Que vacía estaría la vida si no existiera el temor o miedo a tomar nuevas acciones que hacen que la vida avance en el sentido que quieres.
Aceptar el miedo, incluso buscarlo es conveniente para crecer y moverte en la dirección adecuada. Cuando no tienes nada que haga aflorar ese sentimiento de miedo, sigues estancado en el mismo sitio, un lugar cómodo que lo que hará sera repetir una y otra vez más de lo que tienes. Para llegar a los niveles necesarios en los que el miedo comience hacer que te muevas, primero tendrás que buscar o estar en una situación de preocupación o asustado, aunque parezca extraño será el comienzo de un cambio.
¿Realmente el miedo existe? Cuando experimentas miedos estás con verdadera angustia e incertidumbre, pero si te paras a pensar realmente la mayoría de las veces esos temores y miedos son infundados por ti mismo y no llegan nunca a ocurrir. Aquí es donde entran en juego nuestras emociones y no nuestra mente analítica. Por esta razón utiliza la emoción para fortalecer más tu mente analítica, asimilar los miedos para ir hacia adelante y no como escusa que te retraiga o frene de tomar la acción que sabes que podrá ayudarte a conseguir tu objetivo.
Si, aprovecha este sentimiento para darte permiso y hacer lo que debes hacer.
¿Recuerdas ”el coco” de cuando eras un niño? Un miedo totalmente irracional pero que te hacia comprobar debajo de la cama, el armario, los sitios oscuros. Pero como ya te habrás dado cuenta ”el coco” solo existía en tu cabeza. Esto mismo te pasa cuando eres adulto el miedo a lo desconocido, al fracaso o al éxito o a cualquier otra preocupación que tan solo está formada en tu mente. Estas señales son las perfectas para entrar en acción. Por ejemplo si sientes la necesidad de pedir un aumento de sueldo y el miedo te impide hacerlo, esa es la señal para que lo hagas, todos tus pensamientos te llevaran a desistir de hacerlo, “no me lo va ha dar”, “ahora no hay dinero en la empresa”, “No tengo el reconocimiento de lo que hago”, y un sin fin de escusas que te pondrás para no hacerlo. Ahora ya lo sabes, esos pensamientos son infundados por ti, y tu tienes el poder de hacerlos efectivos o por el contrario seguir como estás.
El miedo debe ser tu compañero de viaje, siempre que este al lado tuyo te ayudara a creer en ti y poder realizar todo lo que te propongas. Por el contrario si lo tienes siempre delante tuya, impedirá que avances y seguirás en la rueda, una y otra vez compadeciendote a ti mismo. Ser impulsivo también puede tener sus consecuencias es decir tener el miedo detrás de ti empujando hacer cosas que pensándolas racionalmente no te llevan a ningún lado.
NO TEMAS AL MIEDO, APROVÉCHALO Y CAMINA JUNTO A ÉL.